albuceo el miedo pero nunca lo pronuncio sólo surgen sonidos
rastros de porvenir anhelados pero la virtuosa palabra queda dentro
callada y dolorosa raspando las paredes de este cuerpo
rastros de porvenir anhelados
callada y dolorosa
las palabras se arrojan al otro
en el corazón del amado
se atreven a pronunciar el deseo más hermoso
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