jueves, 25 de junio de 2009



Hay un cuerpo y una flor.


Bajo tu riesgo
te sumás al viento,
dueño primero de lo móvil,
y pretendés
se detenga la distancia
suave
escádaloso
brotan de tu espíritu
heridas que fluyen
como breves hojas secas.

Mirás el revés de mi cuerpo
a lo largo de la herida
y yo me doy cuenta escribo
contigo de la mejor manera.

Deshojandome

Vengo a volcarme de tu boca

Vengosin vestido ni oraciónes a envolverte en el sacro oficio de saber tu sexo parte a parte. Vengo a devorar una a una tus derrotas, a darte un poco de lo que esperas. Vengo a ponerte mi cuerpo entre las manos, a volcarme de tu boca. a girar toda sobre tu cuerpo ardido. Vengo
a intentarte entre mi pecho,a dejarme escrita en la memoria de tus labios. A decirte: quiero, quiero, quiero. Vengo a mirarte cuando lengües mi aura, mis orillas. Cuando invadas la hondura de mi origen y me alcances,te disuelvas. Me nocturnes, y te abismes.